ENVEJECER SI ¡¡¡ ACHICARSE NO ¡¡¡¡
A NO “ACHICARSE”…..
“La vejez... comienza con las restricciones auto-impuestas en cuanto a la creación de nuevos patrones corporales.
Primero uno selecciona actitudes para conseguir y asumir dignidad y de esta manera rechazar ciertas acciones, tales como sentarse en el suelo o saltar, lo cual con el tiempo se convierte en algo imposible de realizar.
El reasumir y reintegrar hasta esas simples acciones tiene un marcado efecto re-juvenecedor, no solamente en la mecánica del cuerpo sino también en la personalidad como un todo.
”Moshe Feldenkrais (de “Cuerpo y comportamiento maduro”, 1949). Aunque el envejecer es inevitable, muchos de los atributos negativos que asociamos con la edad no lo son. Es asombroso como algunas personas conservan su juventud y vitalidad, mientras que otros se convierten en viejos prematuramente. ¿Qué es lo que podemos aprender de la observación de aquellos que poseen la “fuente de la juventud”…?
Descartando cualquier factor genético o de salud que estén a nuestro alcance y control, hay mucho que podemos hacer por nosotros mismos para crear vitalidad duradera y bienestar.
El consejo más común es permanecer activo, y por una buena razón.
Gente como Feldenkrais y Cassals nunca se retiraron, nunca interrumpieron su trabajo, que era lo que más amaban.
Es muy importante estar activo -tanto mental como físicamente mantenerse en continuo movimiento.
Como dice el dicho, “úsalo o lo perderás”. Existe amplia evidencia de que si hay una restricción en el uso de las articulaciones, se producirá cambios estructurales de las mismas, de los músculos y de otros tejidos , los cuales eventualmente limitaran un rango amplio de movimiento.
El movimiento restringido crea un círculo vicioso que restringirá más el movimiento. Los individuos que usan su cuerpo en forma completa tendrán la capacidad de retener sus habilidades por toda su vida.
Si nosotros observamos caminar a alguien en la distancia, ¿cómo adivinamos su edad? Por su postura y su marcha. Cuando el paso de la persona es vital, confiado y ágil, da la impresión de juventud.
Si su paso es lento, tieso o incierto esto denota edad. De cualquier manera, un reciente estudio de investigación acerca de la diferencia en los patrones de paso entre gente de 30 a 75 años es muy instructivo.
Contrario a las expectativas de algunos, no había diferencias relativas a la edad en el paso de varios grupos de edad, si factores de enfermedad o lesión .
Individuos sanos caminan, esencialmente, de la misma manera de la edad de 35 a 75 años. Nuestra experiencia ha sido que usando los movimientos de re-entrenamiento de Feldenkrais para individuos en sus 60’s, 70’s y 80’s es usualmente posible restablecer un paso más juvenil, aun en individuos con una historia de problemas.
La postura también afecta nuestra percepción de la edad.
Una postura más erecta y balanceada denota juventud; una más tiesa y encogida se asocia con la edad.
Permaneciendo activos y cultivando buenos usos del cuerpo, podemos mantener la postura juvenil y el paso tanto como la salud lo permite.
Así como con el paso, el trabajo de TÉCNICAS CORPORALES TERAPÉUTICAS es efectivo para mejorar la postura de cualquiera, A CUALQUIER EDAD.
El asunto principal no es, por supuesto, parecer joven, aunque en nuestra cultura, la forma como nos vemos influye fuertemente en como otros nos tratan.
Lo importante es que el porte, el paso y el movimiento juvenil, nos ayudan a sentirnos más jóvenes, pensar joven y actuar joven, y al mismo tiempo disfrutar la experiencia, conocimiento y sabiduría que llegan con los años.
Los hábitos pueden cambiar a cualquier edad a través de un proceso gradual de re-entrenamiento básico de movimientos.
Balance, flexibilidad, postura, paso y fluidez de movimiento pueden ser mejorados.
En mis clases de técnicas corporales terapéuticas realizamos un tipo de ejercicios que enseñan diferentes y básicos movimientos a través del re-entrenamiento de patrones neuromusculares.
Mientras algunas clases de actividad y ejercicio pueden no ser apropiadas para la edad avanzada, utilizando diferentes técnicas corporales , están específicamente diseñadas para ayudar a las personas a mantenerse mental y psíquicamente flexible a cualquier edad.
Los huesos son un órgano vivo y dinámico que se automantiene y autorenueva continuamente. Esta regeneración del tejido óseo puede ser activada a través de ejercicios que someten al esqueleto a una presión física determinada. En la vida moderna, nos movemos poco y cada vez son más las personas que sufren una disminución del tejido óseo que parece irreversible. Investigaciones recientes han demostrado que un uso diferenciado y múltiple del esqueleto estimula la densidad de los huesos.”
¿ osteoporosis?
La reorganización del esqueleto, la presión y vibración justas estimula una respuesta de activación por parte del hueso.
La búsqueda de propuestas que conduzcan al hueso a responder a la presión y a sentir la fuerza de la gravedad coincide con las teorías actuales que buscan conservar en buenas condiciones nuestra estructura ósea.
Fue Mercedes Scharf, quien trajo este trabajo a Madrid siendo la primera vez que se da en España.
Tomo en mis clases mucho de sus conocimientos y prácticas. Con pequeños contactos y presiones de las plantas del pie, de las manos, de la pelvis, observando cómo se desplazaba todo el tronco, investigando las percepciones que provocaban pequeños saltos, meticulosos desplazamientos, observando cómo un movimiento iniciado en la planta del pie o en la palma de la mano repercute a lo largo de toda la columna .
El trabajo desarrollado en mis CLASES moviliza articulaciones y fricciona puntos de los huesos que no se suelen activar en la vida cotidiana o en otro tipo de ejercicios corporales.
El objetivo: la oxigenación del hueso que sólo se produce si recibe la suficiente estimulación.
Destacamos, en particular, la activación del hueso de la pelvis contra el suelo, para crear vibraciones que penetren hasta lo más profundo del hueso.
El ejercicio físico, ¿es beneficioso para los huesos?
El médico traumatólogo y cirujano del Hospital Central de Logroño, Antonio Díaz Pérez, disertó sobre qué es la osteoporosis, cómo prevenirla y cuáles son sus principales factores de riesgo.
Ante el planteamiento habitual y generalizado de que el ejercicio físico es importante para estimular la calidad de nuestra osamenta para disminuir la involución ósea y mejorar la calidad articular, se suscitó
un debate muy interesante. El nudo gordiano de la cuestión es: si hacemos ejercicio físico sobre nuestros cuerpos mal alineados, con todas las deformaciones acumuladas ¿será suficientemente buena la influencia del ejercicio físico sobre nuestro esqueleto? ¿O puede llegar a ser contraproducente?
Ante el planteamiento habitual y generalizado de que el ejercicio físico es importante para estimular la calidad de nuestra osamenta para disminuir la involución ósea y mejorar la calidad articular, se suscitó
un debate muy interesante. El nudo gordiano de la cuestión es: si hacemos ejercicio físico sobre nuestros cuerpos mal alineados, con todas las deformaciones acumuladas ¿será suficientemente buena la influencia del ejercicio físico sobre nuestro esqueleto? ¿O puede llegar a ser contraproducente?
Si la estructura ósea no está bien alineada, ¿cómo ejerce su presión la fuerza de la gravedad?
Unos músculos tensos, sobrecargados, desorganizan a los huesos.
A su vez, éstos pierden la percepción de la alineación, con lo cual la información que debería llegarles no circula adecuadamente.
El resultado es que el hueso no es estimulado como necesita y se abre más fácilmente el camino para la pérdida de masa.
En cambio, cuando el hueso regresa a su equilibrio natural, recupera su percepción y la calidad de su función .
Así que la conclusión parece ser que es preferible trabajar directamente ejercicios que tienen en cuenta al esqueleto, y que los pasos a seguir a nivel preventivo empezarían por aprender a organizar nuestra estructura ósea para que el esqueleto pueda ejercer su función sin impedimentos .
Y, a partir de ahí, uno puede entregarse con tranquilidad y según sus gustos personales, a la práctica de otras disciplinas corporales.
Se plantea entonces, la reorganización del cuerpo directamente desde el esqueleto.
A partir de una organización adecuada, los músculos ya no tienen que trabajar de forma desequilibrada ni estar descompensados, algo fundamental para perder dolor y poder hacer ejercicio de forma saludable.
Osteoporosis y fracturas seniles
Apareció otra información a destacar, que aporta una nueva mirada a la problemática de las fracturas seniles ligadas a la osteoporosis y de tan desagradables consecuencias para las personas ancianas.
Según nos comentó Mercedes Scharf, se ha comprobado que gran parte de las fracturas no se deben tanto al hecho de que el hueso se haya descalcificado, como al hecho de que el esqueleto está mal organizado y ello provoca problemas de equilibrio que facilitan la posibilidad de sufrir un accidente.
Según nos comentó Mercedes Scharf, se ha comprobado que gran parte de las fracturas no se deben tanto al hecho de que el hueso se haya descalcificado, como al hecho de que el esqueleto está mal organizado y ello provoca problemas de equilibrio que facilitan la posibilidad de sufrir un accidente.
Una vez más, si se reorganizan los huesos, si hay una conciencia más clara del movimiento del propio cuerpo, se siente de forma correcta la presión de la tierra.
Eso, de por sí, ya favorece la salud del hueso, pero, además, permite mantener hasta bien avanzada la vida una mejor coordinación y percepción de la relación del cuerpo con el entorno, una capacidad de desenvolverse más acorde con las propias posibilidades. Desde ahí, si además se hace ejercicio, siempre será beneficioso.
En cambio, si una persona se entrega a prácticas gimnásticas desde un cuerpo mal estructurado, con la musculatura plagada de compensaciones y tensiones, se sigue alimentando la desorganización del cuerpo, cosa que, a la larga, puede tener consecuencias poco gratas...
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