viernes, 6 de julio de 2012

CONCIENCIA POSTURAL EN REVISTA MARU


Revista Maru
/julio 2012

ESPECIAL MATERNIDAD


Uno de los males que más sufren las mujeres luego de dar a luz es el dolor de espalda. Esto se debe a que durante todo el embarazo, y con el peso de la panza, la columna se ve forzada más de lo usual. Luego de tener al bebé, durante la lactancia, la mala postura heredada de la etapa anterior, sumada a la nueva que suele incluir dar la teta, levantar continuamente al bebé en brazos, agacharse para bañarlo, entre muchas otras tareas, terminan por desencadenar el dolor.•• Más allá de lo molesto que esto puede ser, es necesario que apliques ciertos hábitos y ejercicios para modificar tu mala postura, porque con el tiempo el cuerpo se acostumbra a que estés “doblada”.
La profesora de Técnicas Corporales Terapéuticas e instructora de Psicoprofilaxis para parto y posparto, Berta Olemberg, explica: “Nuestros músculos se adaptan a la posición que les proponemos. Así como durante nueve meses se fue acomodando el peso sobre un eje de gravedad, la mujer puérpera se adapta nuevamente a la postura sin panza. Pero, si las nuevas posturas que incorporará en el período de lactancia y crianza no son correctas, pueden comenzar a aparecer alteraciones en la columna, como la contractura de los músculos de zona cervical, dorsal y lumbar”.
Trabajar el nuevo alineamiento de la columna después del parto es fundamental.
Los trabajos de estiramiento, por la relajación de los músculos y las articulaciones, son los que tienen mayor eficacia, y sumados a las técnicas adecuadas de respiración, se llega a una postura corporal correcta a conciencia, que es más sostenible en el tiempo.
El Dr. Facundo Carril, Especialista en Ortopedia y Traumatología y miembro de la Sociedad Argentina de Patología de Columna, manifiesta que durante el posparto y la lactancia todos estos cambios producidos en la columna lumbosacra y pelvis vuelven lentamente a su posición normal, dejando paso en este momento a algunos desórdenes que empiezan a aparecer en la columna cervico-dorsal. “Por un lado, el aumento de tamaño y peso de las mamas, el tener necesariamente cargado el bebé en brazos y estar mirándolo frecuentemente desde esta posición, favorece a que aparezca una mayor curvatura dorsal y se produzca una rectificación cervical”, detalla el especialista en columna.
Para evitar estos trastornos, el Dr. Carril argumenta que es necesario darle mayor sostén a la columna. “Los encargados de dar este sostén son los músculos, que van ‘envainando’ la columna desde la cola hasta la base de la cabeza.  Estos músculos trabajarán de forma adecuada si tienen una correcta longitud (elongación) y si se logra tener una mayor masa muscular se podrá estabilizar más firmemente, disminuyendo de esta forma la posibilidad de que se presenten problemas”, especifica.
Existen numerosas disciplinas que permiten mantener una correcta elongación y fortalecimiento vertebral, y que te pueden ayudar en este período, y en cualquier etapa de tu vida en la que quieras mejorar tu postura. Algunas de ellas son el TCT (Técnicas Corporales Terapéuticas), el RPG (Reeducación Postural Generalizada), el yoga, pilates y muchas otras.
Lo importante es poner el cuerpo en movimiento.
Como bien dice la profesora de Técnicas Corporales Terapéuticas: “Cuando el bebé es más grande y la mamá cuenta con más energía, gracias a que tiene más tiempo de descanso, lo ideal es encontrar juegos para compartir entre madre e hijo en los que todo el cuerpo trabaje, se fortalezca y se estire”.

FUENTE: Berta Olemberg. http://www.concienciapostural.com.ar/
Muchas Gracias  a todos , especialmente a Leila Sobol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario